casa calma
La historia de esta casa comienza a trazarse en una parcela situada en El Campello, un lugar privilegiado cerca del mar.
Esta parcela, con un terreno llano y bañado por la brisa marina, está rodeada por pinos y palmeras, creando una atmósfera mediterránea inconfundible que se convierte en el punto de partida para el proyecto.
Por un lado, se busca una casa cuyo espacio interior se proyecte hacia el exterior, apropiándose de él para que la Arquitectura y la Naturaleza puedan fusionarse de una forma mágica.
Por otro lado, el proyecto respeta y potencia la vegetación existente, que dotan al lugar de sombra y frescura.
Se plantean recorridos que aprovechan la horizontalidad del terreno, creando diversas situaciones espaciales que invitan al disfrute de una vida al aire libre, siempre en sintonía con el paisaje y el mar.
La geometría triangular que configura el espacio vacío entre la casa y el pabellón se repite en diferentes áreas del proyecto, con una modulación precisa que aporta continuidad al diseño y permite articular los distintos espacios, tanto interiores como exteriores. Esta geometría, además de definir los espacios de la casa, será clave para establecer la identidad visual del proyecto, convirtiéndolo en único.
Los umbrales
Una de las claves del proyecto consistía en resolver de una manera acertada su geometría quebrada organizando los espacios de la casa de una manera cómoda y eficiente, y considerando las orientaciones y los accesos para que los movimientos de la familia tuvieran una lógica sencilla y garantizasen su privacidad.
En una de las zonas de la casa se encuentra el pabellón de los sueños.
Un espacio exterior cubierto por vegetación a modo de sombra, en el que disfrutar, jugar, hacer comidas al exterior y donde los miembros más pequeños de la familia puedan inventar historias y soñar.
El proyecto, de este modo empieza a configurarse para que los jardines tengan distintas situaciones de exterior. Espacios abiertos se entremezclan con espacios protegidos, pérgolas y plazas enriqueciendo la experiencia de vivir en esta casa.
La geometría triangular que configura el espacio vacío entre la casa y el pabellón se repite en diferentes áreas del proyecto, con una modulación precisa que aporta continuidad al diseño y permite articular los distintos espacios, tanto interiores como exteriores. Esta geometría, además de definir los espacios de la casa, será clave para establecer la identidad visual del proyecto, convirtiéndolo en único.
Press kit
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